Cuando la vio, supo que
ella, era la que siempre había soñado, lo deslumbró con su belleza, tras su
aparente fragilidad, se advertía su firmeza, se regodeó admirándola, era
perfecta, ni un gramo de más.
Esbelta cual bailarina,
supo al instante que era italiana, deseo abalanzarse sobre ella, sus manos
ansiaban acariciarla, la blancura de su piel lo encandilaba, ¿Cómo podía
existir algo así?
El hombre que la poseía
no le permitiría tocarla, era muy cara a sus sentimientos, a la par que su
orgullo, cuantos lo envidiaban.
Dio un par de vueltas
alrededor, sin quitarle los ojos de encima, incluso comentó su belleza con otro
observador.
La rodeaban muchas otras
pero ella se destacaba, era el blanco de las miradas. Desde los altavoces
anunciaron la partida, y hacia allá fue, se estaba por largar la carrera, el se
quedó con su vieja bicicleta, admirando aquella que por su costo le era
inaccesible, y así transcurrió la tarde.
Que ocurrente¡ me habia entusiasmado con el relato pensando que te referias a una mujer , pero no ,me quede con las ganas .
ResponderEliminarsiempre logras sorprenderme
cariños
Me alegra lograr mi cometido.
EliminarGracias por estar.
Un abrazo.
Entré a tu blog y me recibe este gran texto, Moli. A la tercera línea pensé en esas prótesis ortopédicas de titanio. Buen remate para esta historia y me quedo a leer.Saludos van!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita Sandra. Me alegro que te guste.
EliminarTe dejo un abrazo.
Luis:
ResponderEliminarMuy bien logrado.
Lo único que da una pista, que resulta falsa es "piel"; cuando en el último párrafo, mencionás "carrera" yo pensé que hablaba de una carrera de potrancas; luego, al leer "bicicleta", no tuve dudas.
Me gustó, pues con pocas palabras sucede bastante con la mente del lector.
Un fuerte abrazo.
Gracias Arturo, a veces tengo momentos de lucidez.
ResponderEliminarEsto tiene que ver con mi pasión por el ciclismo y más de una vez me quedé mirando un bicicleta de más de U$S 3000.
Un abrazo.
Luis:
EliminarMás de tres lucas verdes es una locura.
Un fuerte abrazo.
Hay algunas que superan las diez lucas, no olvides que son toda tecnología en fibra de carbono y hasta sistemas electrónicos.
EliminarYo sólo las veo pasar, la mía que es barata me costó U$S 1500.
Estaba entusiasmada, ya tenía la lágrima preparada jajaj, pero que giro genial, no lo esperaba.
ResponderEliminarUn placer haber llegado hasta aquí.
Un abrazo desde Colombia
Me alegro que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias por la visita.
Un abrazo.
Gracias por tu hermoso comentario en mi blog
ResponderEliminarY pienso que tenes razon mis comentaristas son mejores que yo
jajajaja
Creo que los comentarios son tan jugosos que convierten a tu blog en un foro.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la visita.
¡Hola Luis! Que no sé donde tengo la cabeza, juraría que me hice seguidora de un blog tuyo, y me extrañaba que no me llegasen entradas; y ahora si no es porque me pones el comentario, no me entero que al final no lo confirmé. Perdona.
ResponderEliminarMe encantan los textos con final sorprendente. El tuyo ha sido genial, lo he leído con avidez (y luego otra vez). No te digo lo que pensaba yo, porque con ese objeto creo que haré un microrrelato jejeje. Me has inspirado. Gracias.
Besos y buena noche.
Me agrada que te haya gustado, como aprendiz de escritor son muy importantes los comentarios.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo y gracias por la visita.