Y entonces te vi.
Confieso que muchas veces te soñé, pero en aquel momento
solo deseaba verte, te había conocido a través de una pantalla, era el momento
culminante, por fin te tendría.
Me sentía un adolescente virgen de amor, tan tonto por no
tener palabras a mi edad, pero era como mi primera vez, en ese momento por fin
conocía el verdadero amor. Algo que nunca había imaginado de esa manera,
pero que ansié desde siempre.
Cuando me tranquilice y pude ver en tus ojos ese brillo y
algo más que no se describir, note que algo nacía dentro de mi. Entonces
comenzó este camino hacia la paz interior, a sentir, a disfrutar cada instante,
soñar despierto, luego, el roce de tu piel fue lo máximo.
Y ya no pude vivir sin tenerte, sin escuchar tu voz, leer un mensaje casual, esto alteraba mis
hormonas. Sentí que crecía.
Nunca había disfrutado un cumpleaños como aquel a tu lado, ya
el resto del mundo no existía para mí, abrir lo ojos y sentirte a mi lado, la
tibieza de tu piel, su suavidad, y sobre todo tu mirada. (Esto es un párrafo
aparte).
¿Qué siento cuando me miras?, ¿Por qué no puedo escapar? Que
extraño hechizo irradia tu mirada, que me atrapa, y no me puedo defender.
Juegas conmigo a tu antojo. Eso te divierte, lo advierto y me gusta, es como
sexo tántrico, no lo puedo describir. Pero si lo puedo gozar.
Hoy soy otro, aquel hombre gris quedo lejos, este sueña,
escribe, ríe y está vivo. Cuando decae, una palabra, un beso o solo un gesto
tuyo lo anima y eleva más allá de su propia estima.
Así como se fortalece cuando te quiebras por algún motivo
que te causa dolor, y lo siente como propio, queriendo abrigarte entre sus
brazos, cubriéndote con una coraza de amor, para que nada ni nadie te pueda
hacer daño.
Hoy quiero sentir a cada instante, el sabor de tu piel, comenzando
por un beso casual, buscar tu cuello,
sentir tu temblor, seguir disfrutándola palmo a palmo, despacio por tu pecho,
quedarme jugando con tus sentidos, mientras
sigo bajando buscando sabores más fuertes.
La blancura y suavidad de tu vientre me atrae, lo acaricio,
lo beso, y cada vez bajo más y más, buscando ese fruto prohibido que me
enloquece, y entonces lo encuentro, poco a poco se va humedeciendo, siento su
palpitar, su sabor me llena, me enloquece, mientras te enloqueces y llegas a la
plenitud del éxtasis, me pides que me detenga pero no quiero hacerlo, te quiero
enloquecer mas aún.
Cierro los ojos y me parece sentirte, estoy en silencio y
escucho que me hablas, tu respiración es agitada, has reclinado tu cabeza hacia
atrás y me pides que entre dentro tuyo, que haga eterno ese momento… y después,
la calma.
Nos miramos, un abrazo nos une más aún. Y…
Abro los ojos, estoy solo. Frente a mi un monitor lleno de
palabras que nacieron pensando en vos, ahora caigo en la hora que es.
No importa, por un momento te tuve conmigo, y se que no fue
un sueño, todavía huelo tu aroma, mi piel siente tu calor, mi boca guarda tu
sabor y todo mi ser se estremece en ese abrazo sin fin.
Ahora que acabo de leer lo escrito, resumo en sólo dos
palabras el saber que sos única, y que me das la vida, día a día, con un reto, una palabra o sólo una mirada.
Te
amo….