Allí como siempre solícito y amable, con su eterna
sonrisa.
La portería es su lugar de trabajo, día a día lo
encontramos, horas limpiando o quizás acomodando correspondencia, pero siempre
está.
Como todos sale para la escuela, responde a su
saludo, pero molesta baja la vista, apura el paso y se pierde en la multitud.
El sacude la cabeza mientras continua con su tarea.
Es sólo una niña se dijo, pero cada vez que ella
pasa, no puede retener sus pensamientos. Sabe que son muchos sus años de
soledad, su esposa lo abandonó por un tipo varios años más joven, nunca lo
superó pero no quiere demostrar su pena. Para todos es Rodrigo el portero, varias
residentes del edificio lo miran con buenos ojos, el lo sabe, pero no se da por aludido.
Ella es diferente, la piel muy blanca y tersa,
líneas suaves moldean su figura, el cabello cual cascada sobre sus hombros que
ondula como el trigo en verano, brillando al sol, ojos claros que evitan
encontrarse con los suyos, la sensualidad juvenil le altera las neuronas y en
sus noches de soledad no puede menos que dejar volar sus sueños, donde el
erotismo juega rol principal.
No sabe como ocurrió, pero con el rostro entre sus
manos se lamenta sabiendo que lo condenarán, ella sólo era una niña.
Hola, Moli!!! Qué gusto leerte de nuevo. Y comienzas fuerte, eh? Regresas con ganas de pelear por lo que leo...
ResponderEliminarUn beso grande.
Me alegro.
Hola querida amiga, tuve nostalgias, pero no es pelea, es un placer. Ya que tu no escribes...
EliminarUn abrazo.
Ay ese final desgarrador!
ResponderEliminarMaldita sea...lo peor es que ocurre de verdad.
Muy bueno y tan sorpresivo como siempre.
Besos.
Gracias Amiga, esta vez me puse serio.
EliminarTe dejo un gran abrazo.
Moli..." El portero "
ResponderEliminarEn estos últimos meses se habla y se sigue hablando, que seguro estarás enterado del portero Mangeri...y tus palabras nos llevan hacia un caso parecido... no solo a los porteros les ocurre eso tan denigrante .
Lo más terrible tambien es, no estar seguros los que lo acusan, si es el verdadero culpable de dicho crimen.
¡¡ interesante lo tuyo !!
Bienvenido nuevamente a dejar tus entretenidos relatos.
un beso
Hola Doris, de allí nació el relato, es muy triste pero real.
EliminarEstoy muy ocupado con el foro, pero me hago un tiempito para volver.
Un gran abrazo.
Hola Luis, vaya como me has dejado con el final, pero un final que por desgracia esta ocurriendo mucho últimamente, pero me ha gustado mucho, te felicito amigo:)
ResponderEliminarBesos.
Gracias amiga, es tristemente real.
ResponderEliminarTe dejo un gran abrazo.
Luis:
ResponderEliminarCualquier semejanza con la realidad no es una casualidad.
Por causa de tu cuento, miles de porteros, antes respetados por todos, reciben malos tratos y hasta algún escupitajo, de indignadísimos vecinos, que miran televisión y leen pasquines morbosos...
Aquellos que sabemos de tu talento, te enviamos nuestro más cordial saludo. Y nos maravillamos de tu interpretación artística de los hechos.
Un enorme abrazo, mi estimado amigo.
¡Epa Arturo! ¿Tan malo soy?
ResponderEliminarPero igual me siento halagado por tu comentario.
Te dejo un gran abrazo amigo.
Muy bueno Moli, sabes escribir muy bien en todos los estilos y siempre me sorprendes, felicitaciones !
ResponderEliminarGracias amiga, me alegra poder sorprenderte aún.
EliminarUn abrazo.
Espero que no se la cargara. Tema muy delicado, el de las Lolitas. Quizás el narrador sabelotodo que has elegido no me agrade. Un saludo y a seguir escribiendo.
ResponderEliminarQuerido amigo, este relato nace de una terrible noticia que ya lleva más de un mes en Buenos Aires. Es terrible, me nació escribir el hecho desde un punto más intelectual. No se si lo logré.
ResponderEliminarGracias por tu visita, es un honor para mi.
Te dejo un gran abrazo.
Buen relato Moli, por aquí me quedo si me lo permites y buen relato el de Esta noche te cuento.
ResponderEliminarUn abrazo e invitado quedas a mi blog. Quédate por allí si ves algo que te guste.
Abrazos, te persigo.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Muchas gracias, se hace lo que se puede, me daré un a vuelta por tu blog de curioso.
EliminarUn abrazo.
Una grata sorpresa tu vuelta, Molí. Buena señal. Te ha sentado bien el descanso, vienes con fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias amigo, en realidad no ha sido descanso, siempre estuve.
ResponderEliminarEl foro me toma mucho tiempo.
Te dejo un gran abrazo.
Lo leí...
ResponderEliminarY me gustó, Luis.
Muy realista, por cierto, se podría hacer una novela con este material.
Un abrazo, casi en simultáneo.
HD
Gracias amigo, es una triste realidad.
EliminarUn abrazo.
Creo que cuando alguien pone sus ojos en otra persona con mucha diferencia de edad comete un error. Es mejor conocer el sexo y el amor con alguien de tu edad. Y eso a lo largo de toda la vida.
ResponderEliminarLo has escrito muy bien el caso sustentado en algo real. Tiene un fondo bonito aunque al final...
Abrazo.
Es muy triste amiga, pero lamentablemente real. Cuando una mente enferma no puede discernir y el resultado es nefasto.
ResponderEliminarGracias por estar, te dejo un gran abrazo y sigues siendo mi escritora favorita.
¿Tu escritora favorita?... ¡uy, que mosqueo! ¡qué adulador eres, Luis! menos mal que no me lo creo porque si no...
ResponderEliminarBesos y ¡a seguir escribiendo! que te sale muy bien.
Gracias amiga.
EliminarMoli, muchas veces las hormonas nos juegan una mala pasada. Recuerdo en estados unidos después de un competición me ecerco una chica guapísima media 1,80 y tenía unos senos espectaculares. Yo, pobre diablo tenía la testosterona chorreando por la nariz , como es natural le invité a ir con migo al cine por la noche. No puedo me dijo con rotundidad.¿Por qué no? le dije. Es que no me deja mi madre.¿pero cuantos años tienes? 12 me dijo. Me fui corriendo como dicen las apariencias engañan ella parecía una chica de 18 años. Buen relato, Sotirios.
ResponderEliminarComo dices, las hormonas nos arrastran por caminos impensados, luego al enfriarnos recién caemos en cuenta de lo que hicimos.
ResponderEliminarPeo entre nos... ¿no es genial?
Un abrazo.