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miércoles, 25 de julio de 2012

RW 5487


Rudolp Wasinky, desde el observatorio del Monte Palomar descubrió una pequeña galaxia muy similar a la nuestra, la misma se sitúa entre Cirius  y Andrómena, en ella se destaca un planeta azul al que se bautizó como RW 5487.
Tamaño descubrimiento motivó a la comunidad científica y a la misma NASA a múltiples conferencias y simposios, de los que se decidió enviar una misión al mismo, con la esperanza que podrían encontrar vida en el.

Germán es un tipo por demás despelotado, y no hablar de sus condiciones como conductor, al punto de que su productor de seguros ante el riesgo de perder su trabajo, tomó la decisión de revocarle la póliza. En su carpeta se contabilizaban múltiples accidentes, fruto de su impericia y falta de reflejos, eran dos o tres siniestros mensuales.
En el último causó un múltiple choque entre cinco vehículos y fue el único que salió ileso, razón por la que le retiraron el registro de conductor y su automóvil fue remitido al corralón.

De a pié y sin mucho para hacer, pasaba sus días, cuando se enteró que la NASA buscaba voluntarios para viajar al espacio, no dudó, aunque no tenía idea de que se trataba.
El hecho de ser el único que se presentó, lo convirtió en astronauta. Tras varios meses de preparación y múltiples dolores de cabeza para sus instructores, se decidió la fecha de la partida.

Para evitar posibles fallas, y a pedido de los instructores la misma se realizaría en forma automática, Germán debía concentrarse en la radio.
A la hora señalada y con mil recomendaciones, partió desde Cabo Cañaveral.  Pudo sentir la fuerza de gravedad empujándolo contra el asiento, recién cuando salió de la atmósfera pudo moverse y espiar por el ojo de buey, la tierra se alejaba muy velozmente. Recién en ese momento comprendió la gravedad de su decisión, le esperaba un largo viaje.
Tuvo la suerte de pasar a muy pocos millones de kilómetros de Saturno y  admirar su majestuosidad, y un tiempo más tarde dejando atrás a Urano salió de la galaxia internándose en lo infinito del espacio.
Diariamente mantenía contacto con la tierra, informando novedades, y matando su aburrimiento, el espacio en la nave era bastante estrecho, había perdido noción del tiempo, ya que no tenía días y noches, cada momento era similar al anterior, siempre el mismo paisaje en su ojo de buey. Pero un extraño suceso, lo sobresaltó, de pronto la nave dio un respingo como si su velocidad hubiese sido aumentada cientos de veces, después todo cambió, la vista que le ofrecía su pequeña ventana era diferente, el espacio no era negro,  aparecía como tornasolado, entre violáceos  y rojizos, y a lo lejos divisó un raro planeta, muy refulgente que a medida que transcurrían las horas y se acercaba adquiría un tono azulado, no podía creer lo que se presentaba frente a sus ojos, era más de lo que le dijeron que encontraría.

A medida que se acercaba pudo ver mas detalles del mismo, teniendo en cuenta que la comunicación era muy lenta, dado la enorme distancia, no pudieron comunicarle que comenzaba el descenso, la nave comenzó a perder altura, Germán creyó que era una falla del equipo, por lo que tomó los mandos.
La atmósfera  del planeta era menos densa que la nuestra, por lo que penetrarla fue  menos preocupante y el calor generado menor.
Nuestro astronauta al mando de la nave continuó la maniobra de descenso, controlando todo, excepto la velocidad, la que al ser tan alta le impedía anticipar la maniobra.
Ante su estupor apareció ante sus ojos un intenso tráfico de naves de toda medida, en el cual se encontró inmerso, por suerte su nave era pequeña y eso le facilitaba en parte las maniobras, pero eso no impidió que rozara a varias  produciendo múltiples accidentes.
Cundió la alarma, de inmediato se monto un operativo para detener tamaña amenaza, involucrando a una fuerza descomunal, nunca vista antes.

Tras ser detenido, Germán y su nave  fueron sometidos a diversas pruebas, dado que era un raro espécimen para aquellos seres evolucionados, tras un largo periodo de análisis lograron averiguar su procedencia, y su peligrosidad como conductor.  
Mientras tanto en la tierra Germán había sido dado por perdido, además la misión que ya llevaba muchos años fue desestimada y quedó en el olvido.

Donde no se podía olvidar era en RW5487, que decidieron por considerarlo una amenaza poner a Germán y su nave en una órbita lejana a su planeta y para evitar nuevos riesgos destruir su origen.

La tierra no llegó a entender la razón de tal devastación, aquellas naves llegaron de improviso y casi nada quedo en pie, muy pocos humanos pudieron huir de aquellos seres, que luego de su ataque se retiraron tan rápido como habían llegado.

Mientras tanto Germán a la deriva, trata infructuosamente de comunicarse, solo la estática se oye en su trasmisor, ya no tiene donde anotar los múltiples encuentros que ha tenido en su viaje, para colmo su vejez le está trayendo problemas.

Aparentemente su fama ha transpuesto las galaxias porque desde naves que cruzan su camino lo saludan.
Ahora me pregunto, si en la tierra no ha quedado nadie. ¿Quién va a leer esto?

lunes, 16 de julio de 2012

Recuerdo blanco



Hoy la recuerdo, aunque ha pasado mucho tiempo, cierro mis ojos y  su blancura vuelve a mi mente.
Todo en la vida tiene un porque, ella estaba asustada, no era para menos, entre tantas llegó hasta mi. Yo era nuevo en ese lugar, recién me estaba aclimatando, acostumbrado a la ciudad, cuesta hacerlo.
La tomé de los hombros  y la acerque a mi, con su mirada me preguntaba, ¿Porqué?, sus ojos claros y tristes fijos en mi, penetrantes, cual súplica, me hacían sentir un desalmado.
Sentí entre mis manos como todo su cuerpo temblaba, quería huir, pero yo se lo impedía, su quejido lastimero me partía el alma.
Quería explicarle, aunque dudaba que pudiera comprender, decirle que debía hacerlo, era mi trabajo, no quería hacerle daño, se que no me escuchaba, su terror aumentó a escuchar el sonido agudo de la máquina.
Nada podía hacer, me encontraba en el sur para esquilar ovejas. 

jueves, 5 de julio de 2012

Roberto


-Hola Roberto, ¿Cómo estas?
Hoy el día esta cálido, te veo llegar con tu tranquilidad de siempre, con esa mirada de cariño que siempre me brindas.
Es increíble, pasa el tiempo y cada vez te quiero más, eres mi compañero inseparable,
¿Cuanto tiempo ha pasado? Recuerdo cuando te vi por ves primera, no pude evitar enamorarme, eras, ¿como decir?, lo más hermoso que encontré en mi vida, tu prestancia, tu arrogancia. Vos también me miraste, fue mutuo el flechazo, te seguí, quería poseerte, no fue fácil.

Fue en aquel evento en el country, un desfile de modas espectacular, eran muchos diseñadores famosos. Aquel modisto con sus gestos tan feminoides, su manera estrafalaria de vestir, gestos ampulosos y su séquito de ayudantes y modelos.
Apenas te vio, te hecho el ojo, recuerdo su gesto de admiración, tu permanecías impasible, claro, eras una estrella, me acerque a ti y sólo nos miramos. A partir de ese momento no nos separamos jamás.

Cuando te abrazo, siento tu cuerpo firme, tu pelo suave, tu mirada clara. Son arrumacos, lo se, pero nos gusta compartirlos. La gente habla, pero eso a mi no me importa, realmente te amo.
Cuanto ha cambiado mi vida desde aquél día, recuerdo mi soledad, ella se había marchado, lo nuestro no funcionó, según ella la culpa era mía. Quizás tenía razón, yo había perdido interés, me sentí liberado y comencé a vivir la vida a mi manera, como realmente deseaba, y entonces entraste tú en ella.

¡Épa! Te estas poniendo mimoso, vamos, tranquilízate, ¡No me empujes a la cama!, ¡La oreja no por favor!, me da cosquillas. ¡No muevas así la cola! ¡Basta!.
Ya se lo que quieres, siempre es lo mismo, esta bien, hagámoslo. Trae tu correa y te llevaré a pasear, sólo un rato, porque ya es tarde.
Tú duermes todo el día, yo tengo que salir a trabajar.