La imagen me sobrecoge, la familia reunida alrededor
del árbol, la mesa servida y los regalos esperando la hora de ser abiertos.
Cierro los ojos y mi mente se retrotrae al pasado,
la vidriera repleta de juguetes, desde la calle sólo quedaba mirarlos, eran
inalcanzables para el magro ingreso de mi madre, miraba arrobado aquellos que
nunca podrían ser míos, luego regresar soñando que algún día quizás…
Pasar por casa de amigos donde veía largas mesas repletas
de delicias, con música y algarabía. Entrar a casa donde dos platos en la mesa
me esperan junto a ella que me mira con una sonrisa, no hace falta más. Comemos
en silencio…
Suenan campanas anunciando las doce, tras un beso me
da un pequeño paquetito, un autito rojo ilumina mi rostro, un abrazo y un beso…
-¡Papá!
Abro los ojos, mi hija me acerca una copa mostrándome
el reloj, comienzan a sonar campanadas entre besos, abrazos y saludos.
En un rincón donde sólo yo lo veo, aquel niño me
mira sonriendo mientras se encoge de hombros, han pasado tantos años…
¡¡Jooo. que bonito!!. Cuanta nostalgia nos traen las navidades. Pero la vida sigue su curso y unas veces se estropea, pero otras veces se arregla y el sol vuelve a brillar.
ResponderEliminarMoli, dime si te ha llegado un correo privado que te mandé hace unos días.
Un abrazo.
Hola amigo, estas fechas nos pone nostálgicos.
EliminarMe ha llegado tu correo amigo, no lo he contestado por falta de tiempo.
Te dejo un gran abrazo y mis mejores deseos para vos.
Querido Moli: Si "Ellos están allí" era tierno, este otro no lo es menos.
ResponderEliminarEstá perfectamente escrito y estructurado, amigo. Y me has recordado mi niñez de pobre con escasos recursos y dónde todo se mejoraba con la ilusión y los sueños.
Te mando un abrazo y te deseo lo mejor en esta Navidad.
Mos.
PD: Es muy posible que vea a Humberto a su paso por Madrid.
Gracias amigo, me trajo recuerdos de aquel tiempo.
EliminarHumberto es un tipazo, no te vas a arrepentir.
Te dejo junto a mi abrazo un ferviente deseo de paz y ventura para el nuevo año.
Nostalgia de épocas pasadas con recuerdos de la niñez en los que la abundancia no era necesariamente sinónimo de felicidad.
ResponderEliminarPor desgracias, ahora la escasez, produce muchas infelicidades.
Un beso Moli, ¡buen relato breve!.
Gracias Laura, creo que en aquellos lejanos años también era dura la vida.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Entrañable relato, una imagen muy bonita la de esa infancia donde un pequeño regalo era más que suficiente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando no hay nada, poco es mucho
EliminarUn abrazo amigo.
Luis:
ResponderEliminarPara quien nada tuvo, poco es mucho.
En cambio, aquellos afortunados del ayer, gracias a méritos ajenos, hoy podrían contestar a la pregunta: ¿cómo andás?; con la frase de mi amigo: "Y... ya me ves: de primer bailarina en el Teatro Colón a bataclana en un piringundín de la Boca".
Ojalá que luego hayas pasado, junto a tu madre, momentos mucho más felices.
Siempre sostengo que aquel que sufrió de carencias tiene la mayor de las motivaciones para superarse; y casi siempre lo logra, al menos en algo.
Por el contrario, quien tuvo todo servido, no desarrolla esa conducta, a menos que sea enfermizamente codicioso.
Muy bien escrito y lo más importante: muy sentido. Me gustó mucho; pues aunque comparto la experiencia de una carencia material en la niñez, siempre sentí la compañía de toda mi familia.
Te mando un abrazo enorme.
Querido amigo, debo decirte que mi madre me dio mucho cariño, me inició en la lectura, a los cinco años ya leía, me inculco valores que aún conservo.
EliminarTe diría que me hizo rico.
Un gran abrazo dilecto amigo.
No sé quién nos habrá hecho creer de chicos que una linda navidad era sinónimo de juguetes. Y eso que no recibíamos las cosas que ahora se regalan. Yo las recuerdo con mucha emoción, con voces, canto y bailes en la vereda, con las puertas abiertas compartiendo la comida y el brindis con los vecinos, otras épocas.
ResponderEliminarTu relato es muy sentido. Que esas campanas siempre te traigan alegría, Moli. Hoy he leído el subtitulo de tu blog por primera vez. Morí con esa frase. Me encantó. Eso es por ir al texto directamente.
Saludos van!
Querida amiga, era una época de valores diferentes, hoy todo es comercial, también he vivido lo que cuentas, con las mesas en las calles y compartiendo con vecinos la nochebuena y el fin de año.
EliminarCelebro te guste esa frase, la robe no se de donde, me impacto, como resumía mi manera de ser la adopté.
Un gran abrazo amiga y un deseo de paz y ventura para vos y tus afectos.
Luis
Excelente, Luis. No me canso de aplaudir tus progresos en la escritura, y esas escapadas que le haces al humor, para tocar temas que llegan al alma. Lo han dicho los amigos: sentido, nostálgico, rescatando los valores de antaño. Felicidades!
ResponderEliminarGracias amigo, debe ser la fecha que me pone nostálgico, lo he escrito hace unas horas para ; "Esta noche te cuento"
EliminarCreo que me emocione al hacerlo. Sobre todo al verme a mi mismo en ese rincón.
Un gran abrazo amigo.
asi es...no tienes ideas de las navidades que pasabamos e cuba... es mas estaban prohibidas desde que Castro se peleo con la iglesia... nunca conoci esa ilusion de la navidad.
ResponderEliminarCuando llego a mexico, le encontré un sentido. aunque no deja de darme mucha nostalgias recordar como de niño y adolescente nunca conoci una navidad
saludos
carlos
Amigo, que duro es tener que pagar siendo niño las culpas de un déspota,más allá de las creencia de cada quien, un niño y sus ilusiones no pueden estar atados al régimen.
EliminarUn abrazo y que esta sea la mejor navidad de tu vida.
Luis.
Cada Navidad es distinta.
ResponderEliminarA lo largo de los años, si echamos la vista atrás, apreciamos mejor las diferencias entre unas y otras. Entre aquellas y estas.
Luego, nos ponemos a pensar en el año que ha de pasar entre estas y las próximas...
Un abrazo
Tienes razón amiga, he visto tantos cambios a través de mi vida y cada uno con connotaciones distintas, pero sigo conservando el hechizo de mi niñez.
EliminarUn abrazo amiga y un deseo de paz y ventura para vos y tus afectos.
Luis.
LUIS querido amigo , no tienes termino medio en tus escritos, o me produces una carcajada interminable con tus delirios ,o me haces llorar de la emoción.
ResponderEliminarMis navidades también fueron medios tristes,aunque no faltaba una rica comida, mis manos estaban vacías...Papá Noél ni los Reyes Magos habían pasado por mi casa .
MOLI,ese dolor que sentiste siendo un niño sirbió para crecer como persona y para ser ese gran hombre que eres
FELIZ NAVIDAD,AMIGO!
Mery, querida amiga, todo sirve en la vida, nos ayuda a crecer como seres humanos.
ResponderEliminarHoy la vida me regala la dicha de tener amigos entrañables, hijos que son mi orgullo, dos nietas que me colman de felicidad y un gran amor que me hace olvidar todo lo que me hizo sufrir.
¿Que premio puede superar eso?
Un abrazo muy grande y un deseo de paz, amor y ventura para vos y tus afectos.
Luis.
Siempre por las navidades los recuerdos, buenos o malos, nos invaden sin poderlo evitar.
ResponderEliminarHermoso microrrelato, amigo, lleno de nostalgia y dulsura.
Un abrazo fuerte.
Gracias amiga, los recuerdos también enseñan.
EliminarMuchas felicidades y un gran abrazo.
Luis
Yo siempre digo que las navidades son para el disfrute de los más pequeños de la casa. Para la gran mayoría de los mayores son nostalgias que, curiosamente, hasta los malos momentos los recordamos echándolos en falta. Lo importante, Moli, es saber darle a las navidades del presente un sentido que nos haga felices.
ResponderEliminarEn mi blog tienes un pequeño premio: http://papelerade-reciclaje.blogspot.com.es/2012/12/premio-campana-de-incentivo-la-lectura.html
Besos!
Gracias Lu, ya estuve por tu blog, tengo que ver como funciona la campana. Gracias por acordarte de mi.
EliminarMuchas felicidades y un gran abrazo.
Luis
Siento haber tardado tanto en llegar hasta tu casa, Moli, pero -finalmente- aquí estoy y -salvo que tu digas lo contrario- me quedaré asomado a la ventana junto a una respetable cantidad de buenos amigos.
ResponderEliminarMe ha gustado este relato profundamente evocador; que toca el corazón de los lectores en su fibra más sensible.
Un abrazo.
Gracias Pedro, es un halago que un escritor de tu talla me lea y comente, eres bienvenido.
ResponderEliminarJunto a un gran abrazo te dejo un deseo de paz, amor y ventura junto a tus afectos.
Luis.
En tus letras se siente la valentía del niño que supo madurar deprisa en tiempos difíciles, aceptando con dignidad la estreches que da la pobreza y que aprendió al calor de una madre de lujo que el amor no se compra con regalos ni se vende con banquetes.
ResponderEliminarLos años pasaron, la historia cambió, el niño dejo de serlo, nuevos protagonistas llegaron a la historia. Ellos tendrán lo que nunca tuviste y no pasarán por lo que tú tuviste que pasar, pero también heredarán ese amor por la vida, la familia, por los valores, por todo lo bueno que te dejó la niñez y aprenderán que nadie es tan pobre que no pueda dar amor, ni tan rico que no lo necesite.
Si acaso esta historia es producto de tu inspirada imaginación, merece entrar a concurso (finalista garantizado). Pero si acaso es historia real, no necesitas concursar para ganar, ya eres un ganador. Los golpes de la vida sacan lo mejor o lo peor de cada ser. Te hacen un amargado o un ser digno. En este caso, el niño bueno del autito rojo, se convirtió en un hombre bueno al que la pobreza no pudo doblegar.
¡Saludos!
Juan Carlos, primero gracias, tu comentario me ha dejado anonadado.
EliminarTe diré que este relato lo escribí para concursar en "Esta noche te cuento", no fue difícil hacerlo, la memoria me ayudó, y en cuanto a lo que dices de los herederos es real, mis hijos son mi orgullo, son lo más importante que pueden llegar a ser.
Son seres humanos con valores y ética, (¿Que más puedo pedir?)
Estimado amigo junto con mi abrazo te dejo un deseo de paz, amor y ventura junto a tus afectos.
Luis.
Hola Moli, cuantos recuerdos me has traído con tu relato que esta lleno de emociones, quizás al tener tan poquito erais mas afortunados en amor que los que tenían tantos regalos, nunca se sabe, pero no el que lo tiene todo es mas feliz, bonito sueño el tuyo y lo mas bonito que ese niño nunca desapareció, espero que tengas unas felices fiestas junto a los tuyos, se muy feliz amigo:)
ResponderEliminarBesos.
Gracias querida amiga, soy afortunado, tengo hijos y nietas divinas, tengo el respeto de la gente que me rodea, tengo amor, sigo luchando con mi salud y estoy muy bien, (¿Que más puedo pedir?)
EliminarTe dejo un gran deseo de paz, amor y ventura junto a tus afectos y un gran abrazo.
Luis.
Hola amigo, bellos recuerdos........Felices Fiestas, cuidate.
EliminarGracias querida Sandra.
EliminarMucha felicidades y un gran abrazo.
Luis.
Y es que lo malo ayuda a valorar lo bueno. El tiempo todo lo cura y el cariño más y mejor.
ResponderEliminarMe gusto mucho, Moli, felicidades.
Aprovecho para enviarte un fuerte abrazo y desearte a ti y a todos los tuyos unas muy felices fiestas.
Pásalo bien!
Gracias Fernando, estabas perdido, también deseo para vos y tus afectos, paz, amor y ventura.
ResponderEliminarCon un gran abrazo amigo.
Felicidades.
Buen día Luis.La lluvia me trae por caminos lindos,unos me hacen sentir lo mismo que a vos, nostalgia.El valorar la niñez que disfrutamos con los pesos contados creo que nos hace mejores personas.
ResponderEliminarA mí me da lástima por mi papá, seguro que nos quería dar más pero había que hacer chicles...
Muy lindo texto, emocionante recuerdo.
Que todo el año sea Navidad (de grande, pongo atención a esta frase hecha).Te deseo un próspero y bendecido año 2013.
Abrazo
Mónica-Rcia.Chaco
Muchas gracias Mónica, tan malos no fueron aquellos tiempos, ya que no dejan bellos recuerdos, quizás si la bonanza nos hubiera dado muchas cosas que se compran con dinero, hoy no sería lo mismo. Lo que cuesta tiene otro sabor.
EliminarQue también para ti este sea el mejor año.
Un abrazo.
Luis.