La tarde invitaba al paseo, brillaba un sol
refulgente, mientras una suave brisa refrescaba el ambiente.
Con el grupo de amigos, disfrutábamos aquel momento,
cuando alguien sugirió la posibilidad de montar, casi me obligaron, pues no quería
hacerlo
-Vayan ustedes, (Les dije) pero insistieron casi me
montaron ellos de prepo nomás.
Todo iba bien en aquella marcha lenta y suave, hasta
que comencé a deslizarme por el costado de mi corcel, traté de asirme, pero al
elevarse este en el aire, rodé estrepitosamente bajo sus patas, luego rodé bajo
las de un tordillo, que por suerte no me pisó, seguí rodando hacia atrás y fui
embestido por un automóvil rojo, que me despidió a un costado, nada podía hacer
yo por detenerme, aterrado terminé bajo un elefante que en ese momento alzaba
sus patas delanteras.
Traté de cubrirme el rostro, mis codos sangraban, sentí
un fuerte dolor en mi cabeza, fruto del golpe contra el piso, mi jean se había
enganchado en la defensa del auto y por ende roto, había perdido un zapato y mi
dignidad. Nunca olvidaré la cara de aquel niño que me señalaba burlón.
Mis amigos impávidos no podían creer lo que estaba
ocurriendo, todos me gritaban, no alcancé a entender lo que me decían. Suerte
que uno de ellos hizo detener el carrusel, porque sino me mato.
Desde aquel día me han apodado “Doble de riesgo”.
¡Bah…!
Muy buenooooo....me arrancáste una sonrisa y eso no es fácil.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo
Gracias Osvaldo, ahora quizás comprendas porque me cuesta entender la poesía.
EliminarSi te hice sonreír he logrado mi objetivo.
Un abrazo.
Caramba,sólo de leerte,me duele hasta el alma!
ResponderEliminarYo me levanto y me los como con patatas y desde luego,no me hacen subir sin que yo lo desee nunca más.
Pobrecito!!!
Besos.
Gracias Marinel, esta es mi poesía. Con la seriedad que me caracteriza.
EliminarUn abrazo.
Eso dolió, si. La burla; no, la caída. Levantarse y recuperar la dignidad como sea. Saludos van, Moli!
ResponderEliminarGracias Sandra, es duro pero no hay más remedio.
EliminarUn abrazo
Yo puedo escarbar bajo tu humor, y descubrir que, ya de grandes, a veces nos obligan a subirnos a corceles que no deseamos, y las caídas ya no son tan inocentes, las heridas no se curan con agua y jabón. Pero siempre podemos y debemos levantarnos y seguir adelante, maltrechos pero dignos. Perdón por la pálida. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarNo es pálida amigo, es una realidad, te dar muchos ejemplos en mi vida, gracias por estar siempre.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno Luis. Pensé, ¿pero dónde se haya este hombre, que hay tantos animales cerca de una vía? Vaya susto que me diste, y menos mal que solo era un carrusel, que sino las heridas hubieran sido terribles :)
ResponderEliminarMe divertí. Gracias.
Un besote.
Gracia Teresa, espero hayas entendido la profundidad de mi poesía, Ja ja, es un inmenso placer saber que te divertiste, ese era mi reto.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Qué dolor, Moli!!
ResponderEliminarMuy buena tu estampida y pobre niño...
Felicidades, artista.
Un abrazo, amigo.
Fernando, no era un niño, era un sanguango bien adulto, lo de artista me queda grande.
EliminarGracias por estar amigo.
Te dejo un fuerte abrazo.
Moli, un placer leerte. Si que fue una tarde de terror. Cuidate.
ResponderEliminarGracias amiga, el placer es mío.
EliminarUn abrazo.
Qué bueno, Moli. Es un micro genial!!!
ResponderEliminarAl principio me parecía una pesadilla relatada, un sueño de terror pero no: era el viaje en carrusel de unos tipos ya grandes que (ja,ja,ja), dieron que hablar esa tarde. Pobre sufridor el protagonista.
Muy bueno.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Gracias Mos, los niños sueñan sobre un corcel, los grandes se caen,y sufren el bochorno.
EliminarUn abrazo amigo.
Saludos, "doble de riesgo", jejeje!!
ResponderEliminarTe debía desde hace ya tiempo una visita, pero ya sabes, esta cosa que se llama realidad a veces nos roba el tiempo que tenemos para soñar despiertos, y nos faltan horas al cabo del día para alimentar nuestras almas.
Qué relato tan real! es que te pones en la piel del prota, y te ves de un atropello a otro, hasta que te toca levantarte del suelo con una sonrisa en los labios a pesar de los golpes, jejeje!
Encantada de leerte Moli, me verás más veces por tu casita.
Besos!!
Gracias Lu, te extraño, sobre todo cuando nadie me mira para demostrarme lo mucho que tengo que aprender.
EliminarUn abrazo amiguita.
AYY MOLI! que imaginacion tienes, hasta me asusté y todo, pero al leer el final se dibujó en mi rostro una sonrrisa
ResponderEliminary como dice el amigo FERNANDO,eres un artista de verdad
besitos
Gracias Mery, la imaginación vuela cuando estás de vicio y yo la aprovecho.
EliminarTe dejo un abrazo amiga y gracias por estar.
Excelente, el desenlace me recordó el chiste de Eugenio y el Tio Vivo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Sergio, veo que eres de mi época.
EliminarBienvenido a mi reducto.
Un abrazo y gracias por tu visita.
Que bueno!!! Me encanta tú habilidad para mantener el misterio hasta el final, pasando de algo terrorífico a gracioso. Me he reído mucho amigo, gracias por tus estupendas historias...aunque sean de terror jajaja.
ResponderEliminarUn biquiño amigo
Hola amiga, me da mucho placer saber que te he sacado una sonrisa.
EliminarTe dejo un abrazo.
Paso a saludarte amigo, cuidate mucho.
ResponderEliminarGracias amiga, un saludo para ti.
Eliminary te puedes creer que mi hermano éso le pasó...
ResponderEliminarse cayó del caballito y le atropelló Bambi, jatetu Bambi!!! tan inofensivo que parece
Besos
¿Tu hermano era un adulto? porque este parece que si.
EliminarTe dejo un abrazo, gracias por estar.
¡Qué bueno!
ResponderEliminarTe felicito. Admirada quedo:)
Yo también soy algo patosa:):)
Saludos
Hola amiga, me alegra que te guste, te dejo un fuerte abrazo y gracias por la visita.
ResponderEliminarSiempre lo dije, Moli, los carruseles no son lugares para todos, je.
ResponderEliminarMuy buena definición.
Un fuerte abrazo.
HD
Gracias Humberto, hay gente que no resiste las emociones fuertes.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Saludos Moli, Cuidate mucho.
ResponderEliminarGracias amiga, tu también.
Eliminareeeh cuantos comentarios que tenes! tuve que bajar un montón para comentarte! Buenisimo el relato, vas trabajando cada vez mas tu estilo! Gracias por todos los comentarios en mi blog!
ResponderEliminarGracias a vos por visitarme, es un placer leerte como siempre´.
EliminarTe dejo un abrazo.
El moli...vine a saludarte, el comentario sabes que te lo he dejado en mi blog. porque aqui las letras verificadoras no me lo han dejado pasar ...e de probar ahora, me han dicho que ademàs de las letras debo escribir el nùmero
ResponderEliminarun beso
Gracias amiga, leí tus comentarios, parece dura la tecnología para los maduros.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Definitivamente que hay carruseles a los que no hay que subir.
ResponderEliminarA cierta edad...
EliminarUn abrazo.
De sólo imaginarlo me muero de la risa, al leerlo por segunda vez y ya saber que se trataba de un carrusel lo hace más cómico. Que bueno eres en esto Moli, gracias por hacerme reir.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rafael
El sólo hecho de saber que te has reído es un premio para mi.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero mirá vos che! Yo sabía que tenías que tener alguna virtud........... Aunque un poquito chamuyero pareces no? Jajaja
ResponderEliminarMuy bueno Alberto, me encantó.
Un abrazo
Gracias, bueno sería saber quien eres.
EliminarUn abrazo.